Jamás me subiría al auto tras tomar aunque sea un vaso de cerveza, pero debo confesar que, en las luces rojas, varias veces me encuentro respondiendo mensajes de WhatsApp.
Todos alguna vez manejamos distraídos por el celular, una práctica poco recomendable y que incluso es más peligrosa que manejar bajo la influencia del alcohol.
Una prueba realizada en la Universidad de Barcelona, demostró que quienes están atentos al móvil mientras manejan, tienen una velocidad de respuesta más lenta que los que lo hacen por sobre el limite legal de alcohol (0,5 gramos por litro de sangre en España).
A una velocidad de entre 60 y 80 kilómetros por hora, quienes están enviando o recibiendo mensajes de texto, suelen salirse de su pista y, no son capaces de reaccionar a tiempo ante un camión que se les viene encima.
El peligro no sólo está al no mirar el camino, ya que a eso se le suma que parte de nuestras habilidades cognitivas están concentradas en el móvil, prestando así menos atención al manejo.
Si crees que eres más responsable por utilizar un dispositivo manos libres o por dictar los mensajes por voz, estás equivocado. El peligro es menor, pero igual el conductor está distraído, lo que puede devenir en un choque.
En Estados Unidos, se detectó otro problema grande entre los jóvenes y adultos que utilizaban el móvil al conducir; ya que son propensos a cometer otro tipo de irresponsabilidades, como no utilizar el cinturón de seguridad e, incluso tomarse algunas copas antes de subirse al auto.
Si la tentación es mucha y no eres capaz de dejar de mirar tu móvil mientras manejas, existen dispositivos para ayudarte. Tal es el caso de ORIGOSafe, que imposibilita enviar o recibir SMS o WhatsApp al conducir.